miércoles, 16 de mayo de 2018

NULLAM PARTEM HABEMUS

[Hay una contradicción interna en este comunicado que declara no tener parte alguna con la Iglesia Conciliar, pero por otra larte la llama la Casa del Señor]

Esta iglesia conciliar no es una iglesia católica, entonces no queremos ser parte de ella 

Estamos realmente al límite porque ahora es tan obvio que la iglesia conciliar ha arrojado la careta para revelar exactamente lo que es (¡y no sólo la de Bergoglio!): La iglesia de Judas que conduce a la destrucción. No se pueden enumerar todos los escándalos seguidos uno tras otro, uno más grave que el otro, que incluso llegan a la blasfemia.

Los últimos sucedidos son un ejemplo, ejemplo muy grave de una iglesia de traidores que tientan continuamente a Nuestro Señor. Todo sucede en un silencio tan ensordecedor en el clero considerado defensor de la tradición, que debería denunciar la destrucción que está sucediendo en la Casa del Señor, y sin embargo están cobardemente en silencio haciéndole, en realidad el juego a cosas que claman la venganza de Dios. Estos curitas, peores que los peores modernistas, dirán: “Me gustaría pero no puedo …” escondiendo su vergüenza porque en realidad saben muy bien que es un “Podría pero no quiero”.

Para estas personas sordas, son vanas las palabras de Santo Tomás: “No luchar contra el error es aprobarlo”. No defender la Verdad es negarla “.

Así pues, ¿son estos los sacerdotes, los pastores que deberían defender la Fe? Dios nos libre de estos impostores que no hacen nada.

Es inaceptable lo sucedido en la historia del pequeño Alfie Evans y lo que sucedió a sus jóvenes padres; recomendamos encarecidamente conectarse al sitio http://www.riscossacristiana.it y releer los artículos que narran los eventos y las responsabilidades de aquéllos que deberían haber hecho algo pero no lo han hecho o peor aún, ¡lo hicieron pero sosteniendo el brazo del ejecutor !

Es algo inaceptable presenciar lo sucedido en el desfile de moda que tuvo lugar en Nueva York en el que se han visto famosos “modelos” y mujeres del cine de y de la música desfilando por la pasarela, medio desnudos, exhibiendo sus blasfemias obscenas y luciendo vestimentas religiosas. Esto ya sería suficiente para darse cuenta del fondo al que han llegado y, sin embargo, incluso se las han arreglado para hacer la cosa aún peor. Porque se ha sabido que para insultar a Dios tomaron las prendas que llevaban, de la sacristía de la Ciudad del Vaticano, cedidas por eclesiásticos (el principal de todos el cardenal Ravasi.): Eran las vestiduras sagradas ¡que han llevado los Sumos Pontífices del pasado! Pero, como es natural, ningún sacerdote se ha dignado condenar semejante desastre … ¡nadie!

Así pues, no puede sorprender, tampoco, lo sucedido en Bérgamo, donde – con motivo del repulsivo desfile del orgullo gay tenido allí por primera vez, que gracias a la nueva administración desfiló por la ciudad lombarda del alcalde Gori, y que tuvo lugar el sábado 19 de mayo- al principio, se informó (fuente facebook el pueblo de la familia , del líder Mario Adinolfi) de la valiosa iniciativa de los capuchinos de Bergamo, de celebrar una adoración eucarística en reparación de ese evento, pero que sólo fue una información, pues fue seguida de la siguiente notificación: cancelación de la adoración eucarística en reparación del evento sodomita, que obviamente debe haber sido impuesta desde arriba (alias Curia de Bergamo, ya tristemente conocida por su labor pastoral tan conciliar como poco católica). No hay palabras, excepto las ridículas de aquellos que, manifestando su propia imbecilidad congénita, incluso agradecen a los Capuchinos su disponibilidad. ¿Disponibilidad? ¡Pero qué disponibilidad! Más bien, los “valientes capuchinos” no tienen excusa por su retractación, hecha nada menos que por los hermanos del Padre Pio (sic !!!) Es más importante obedecer la conveniencia embarazosa de los que hacen presión desde arriba en vez de defender los derechos de Dios. Pero de todos modos, estos comportamientos desconcertantes son ahora el habitual modus operandi de los católicos, clérigos y laicos, que han hecho una opción clara: seguir a la iglesia conciliar, con su nueva doctrina, su nueva liturgia, su nueva religión.

A la luz de todo esto, realmente lamentamos ver hasta qué punto se han infiltrado los enemigos internos de la Iglesia demoliéndola toda pedazo a pedazo. No se comprende cómo pueden ser tan numerosos los sacerdotes, obispos y cardenales que han jugado el papel de Judas traicionando a Dios ante una increíble serie de actos de tal gravedad como para horrorizarse.

Y qué triste es ver a un clero tan corrupto con sus creyentes que ahora incluso ya no son capaces de hacer funcionar el cerebro: viendo la razón, el corazón y la Fe, arrebatados y destruidos por el diablo.

No, no podemos formar parte de esta iglesia conciliar tan perversa, tan corrupta, tan falsa, tan impregnada de malicia y orgullo, tan maloliente de azufre.

Sabemos que las persecuciones no tardaràn en llegar para aquellos que denuncien la apostasía de esta iglesia falsa, para aquellos que pretenden seguir siendo católicos … después de todo lo que sucede.

Que el Buen Dios nos dé la gracia necesaria para enfrentarnos a aquellos que derramarán sobre nosotros el odio del diablo.

Pero sólo hay un deber: soportar y reparar las terribles ofensas a Dios para que en el día en que estemos ante el juicio de nuestro Señor no tengamos que oir: ” Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles “(Mt 25, 41).