martes, 15 de mayo de 2018

CÓMO SE EJERCE LA TIRANÍA QUE PADECEMOS - Cosme Beccar Varela

Nota de C. A.: En este desgraciado hecho, el padre de la niña no está exento de culpa, por cierto, no por haber defendido su hogar del asalto de los jóvenes delincuentes  probablemente drogados y borrachos, sino por haber permitido a su hija hacer una invitación vía Facebook. A estas alturas, no se puede ignorar que tal proceder conlleva un peligro latente. Si la niña hubiera cursado sus invitaciones de forma telefónica, posiblemente esto no habría ocurrido. 
Cada día se hace más evidente que estamos padeciendo una tiranía de características novedosas pero no menos perversa que las tiranías de sangre. Esta es una tiranía de las almas que destruye las libertades por diversas vías y por medio de sicarios y cómplices de distintos niveles, ocultos tras el anonimato o aparentando espontaneidad inocente o el uso legítimo del poder del Estado. Y tan efectiva es, que sus víctimas no se dan cuenta de que la pérdida de su libertad y de sus bienes son obra de tiranos con tanta variedad de medios concordantes, simultáneos, pero sin aparente coordinación, que se desalientan y confunden y terminan por no saber si recibieron un golpe, o si lo sienten, no saben de dónde vino y por consiguiente, no saben cómo defenderse. 

Por mi parte tengo plena conciencia de ser tiranizado y de haber sido despojado de mis derechos civiles y cívicos, de ser un esclavo a merced de amos descarados e impunes, que no temen ser detenidos por ley alguna ni por la resistencia legítima de quienes sufren sus agresiones. Además, veo que esa tiranía tiene una inspiración ideológica claramente destructiva del antiguo orden civilizado. 

Una noticia de hoy me da la oportunidad de intentar describir a esos tiranos y su manera de actuar. Fue publicada por "La Nación", diario supuestamente de "centro derecha" pero redactado por periodistas de izquierda o "idiotas útiles" que de vez en cuando escriben editoriales moderados o reseñas anodinas que sirven de pantalla a quienes todos los días, en todas las páginas y en todos los temas, contribuyen a la consolidación de la tiranía y a la destrucción de las libertades legítimas. Estoy seguro de que el tonto de siempre sonreirá con desprecio y dirá: "Este tipo cree que buscando pelos en la leche fabricará una vaca. El caso es una pavada y este artículo es una estupidez". 

Sin embargo no es así. Es grave y lo que es peor, es síntoma de algo  mucho más grave: la destrucción de la Justicia, de las legítimas libertades y del Derecho. 

Me parece necesario transcribir el artículo al que me refiero, titulado "Le disparó a un grupo de chicos que quiso entrar en una fiesta" y es obra del corresponsal en La Plata del diario, Jesús A. Cornejo, e insertaré comentarios de los párrafos en los que se puede percibir la mala intención del autor y de quien le publicó el infame panfleto. 

Nota del diario: "Pudo haber terminado en una tragedia; el padre de una adolescente que realizó una fiesta en su casa, convocada a través de los redes sociales, baleó a dos chicas de 15 años que junto con otras personas querían entrar por la fuerza al lugar. El agresor estaba prófugo pero ayer a la tarde se entregó a la Justicia luego que la policía allanara su vivienda. El ataque se produjo el domingo a la madrugada en el Barrio Aeropuerto. Pasadas las 4, un grupo de 20 chicos y chicas, se acercó a la casa en 616 entre 3 y 4 con la intención de entrar a una fiesta privada que una adolescente había organizado, y a la que había invitado a través de su facebook personal, en el que ellos no figuraban." 

COMENTARIO: Lo primero que hace el cronista es crear la sensación de que el padre de la niña que había invitado a unos amigos a una fiesta privada, en su casa, fue el primer responsable de un hecho que "pudo haber terminado en una tragedia". Es el primer actor nombrado después de la palabra "tragedia". Y sugiere que la causa de esa "tragedia" es que el padre de la niña "baleó a dos chicas de 15 años". Para darle más colorido a la acusación calumniosa, agrega: "el agresor estaba prófugo, pero ayer se entregó a la policía". Sólo después de esta primera puesta en escena de la "tragedia" que pudo ocurrir, el cronista dice que el hecho sucedió porque "pasadas las 4 (N: de la mañana, aunque no lo aclara el autor de la nota) un grupo de unos 20 chicos y chicas se acercó a una casa en 616, entre 3 y 4". Es decir, que la “tragedia” la empezaron esos intrusos y no el padre de familia. El cronista no se molestó en averiguar qué edad tenían esos 20 chicos ni tampoco si estaban borrachos (como es lo más probable por la hora y la audacia). Tampoco dice que la policía lo haya averiguado. 

(Nota del diario) "La noche anterior el barrio había sido castigado por el duro temporal que inundó ciertas zonas del sur de la ciudad. Los chicos querían divertirse, pero al llegar al lugar, no les abrieron las puertas. Aparentemente, la primera que salió a atenderlos de *mala manera* fue *la madre de la chica*, dijo un investigador policial." 

COMENTARIO: Los chicos sólo "querían divertirse" después de un temporal y un "investigador policial", obviamente informado por los agresores juveniles, dijo que "la madre de la chica" "de mala manera", se negó a abrirles las puertas. ¿No advirtió ese "celoso" investigador policial, la catadura y estado de embriaguez de los 20 invasores? ¿No sabe ese misterioso y parcial "investigador" que hoy por hoy la mayor parte de los delitos y aún asesinatos, son cometidos por "adolescentes"? ¿No era el deber de la policía haber alejado a ese grupo de tumultuarios que estuvieron casi una hora intentando forzar la puerta de una casa privada para entrar en ella y hacer quien sabe qué destrozos y tal vez, cometer otros delitos? ¿No le pareció lógico que la "madre de la chica" se negará a abrirles la puerta a esos delincuentes (pues ya lo eran desde el momento de que intentaron violar un domicilio)? 

(Nota del diario) "Los investigadores policiales dijeron a LA NACIÓN que tras la negativa los chicos comenzaron a insultar gritar y arrojar piedras contra la casa. *El padre de la chica salió con un arma calibre 22. Efectuó varios disparos que retumbaron en el barrio, mientras los chicos salían acorriendo. Como resultado de los disparos, dos menores de 15 años resultaron heridas. Las chicas están fuera de peligro porque el hombre apuntó a los pies. Pero no midió las consecuencias, porque todo podría haber terminado con varios muertos o heridos en el descontrol*, dijeron fuentes con acceso al expediente. 

COMENTARIO: Queda claro que los "inocentes" chicos y chicas no estaban sobrios y en todo caso, no tenían ninguna intención de comportarse respetuosamente si hubieran sido admitidos a la fiesta privada a la que no habían sido invitados. De lo contrario, no se hubieran puesto a gritar insultos (obviamente soeces) y a tirar piedras con la obvia intención de causar daño. Luego, se hicieron colectivamente culpables de otros dos delitos: asociación ilícita y tentativa de lesiones y daño. Pero la policía no parece haber notado tal cosa o no parece conocer el Código Penal ni cuáles son sus deberes en la custodia del orden público.   

El cronista, siempre en su papel de dramaturgo insidioso y mentiroso, dice que una "fuente con acceso al expediente", o sea, un empleado del Juzgado, le dijo que "el hombre apuntó a los pies. Pero no midió las consecuencias, porque todo podría haber terminado con varios muertos o heridos en el descontrol". ¡O sea, que el pobre padre de familia, que estaba defendiendo su hogar contra una turba de maleantes, a pesar de que estaba solo contra 20 desaforados desconocidos y se limitó a efectuar tiros intimidatorios como única manera de alejar ese peligro, causó un "descontrol" que "podría haber terminado con varios muertos o heridos" ¡Varios "muertos o heridos"! La exageración malintencionada raya en el disparate ridículo y se olvida que él mismo dijo que el asunto empezó con la agresión de 20 contra una casa privada en la que una niña  celebraba una fiesta para sus amigos y no tenía por qué admitir a esos peligrosos maleantes. Le arruinaron la fiesta a la niña, y el cronista, la policía y el Fiscal, como veremos más adelante, le arruinaron la vida al valiente padre de la niña. 

(Nota del diario) "Superado el shock inicial, los chicos llamaron al 911 y un patrullero que recorría las inmediaciones llegó minutos después a 616 y 4. Allí los policías se entrevistaron con las víctimas y los testigos. *Todos responsabilizaron al padre de la chica que había organizado la fiesta*, dijeron esas fuentes. 

COMENTARIO: ¡De manera que había una patrullero "en las inmediaciones" que llegó en pocos minutos llamado por el 911 y el cronista le atribuye el llamado a los agresores. ¿Cómo sabe que no fue la familia agredida la que llamó a pedir auxilio? ¿Y si estaba en las inmediaciones, no pudo haber dispersado a los asaltantes de inmediato? ¿Y si llegó el patrullero cuando todavía estaban los 20 patoteros en la puerta de la casa, ¿les tomó el nombre a todos, les hizo el "test" de alcolemia", los detuvo por los varios delitos que habían cometido, como explico más arriba? ¡Nada de eso! Les tomó "declaración testimonial" a los delincuentes que, por supuesto, "responsabilizaron" al padre de la pobre chica de la fiesta. En cuanto a las "pobrecitas" chicas de 15 años que mostraron dos heridas leves, probablemente resultantes de rebotes de dos balas puesto que el dueño de casa tiraba al suelo, según la noticia, ¿son tan inocentes como quieren que se piense por su edad o son de esas pequeñas fieras que acompañan a los delincuentes, como se vio hace poco en una Comisaría asaltada por una banda conducida por una adolescente de 19 años? 

(Nota del diario) "...El fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta ordenó rastrillar la zona y los peritos recolectaron sólo un vaina en la escena del ataque. No obstante los testigos (N: léase "los muchachotes agresores") afirman que hubo dos o más disparos. El fiscal dispuso el allanamiento en la casa donde se realizó la fiesta... Un estrecho colaborador del fiscal Condomí Alcorta dijo a LA NACIÓN que las dos chicas heridas no eran amigas de la adolescente que había realizado la fiesta. *Quisieron entrar por la fuerza y no pudieron. Por eso tiraron piedras. Es una reacción de los chicos que se viene repitiendo en hechos similares  que ocurren en esta ciudad, sin ninguna conexión entre sí. Eso, sin embargo, ni justifica que salga un hombre armado en medio de la noche a disparar a quemarropa*, concluyó el informante. (N: Si la agresión fue de noche, ¿de qué le servía al pobre señor esperar el día para salir en defensa?)  El agresor quedó demorado a la espera de que el juez de Garantías que interviene en el caso dicte el auto de detención contra el hombre que está acusado de tentativa de homicidio, según explicó." ("La Nación", 15/5/2018, pag. 28) 

COMENTARIO: El cronista no tiene más remedio que reconocer que se encontró sólo una vaina en el lugar, o sea, que el "tiroteo" consistió en tirar un solo tiro al suelo para frenar la agresión de 20 violentos. Pero no quiere dejar que eso se acepte y agrega que "los testigos" (N: o sea, los agresores) dijeron que "hubo dos o más disparos". ¡Tenaz el malvado plumífero! ¡No quiere soltar la presa! 

En cuanto al fiscal, cuyo apellido hace pensar que es una persona que pertenece a una familia tradicional, se ha portado y se está portando como un implacable sirviente de la tiranía porque tomó medidas contra el pobre señor QUE DEFENDÍA SU FAMILIA ÉL SOLO CONTRA 20, le allanó la casa y encima lo acusa de "tentativa de homicidio" cuando es obvio que no fue esa jamás su intención. ¡Y se apresta a pedir su prisión preventiva! O sea, lo quiere hundir en el más profundo de los pozos judiciales!  Al mismo tiempo, el empleado de la fiscalía (o el mismo fiscal) le dijo al deslenguado escriba de "La Nación" que "(las chicas) quisieron entrar por la fuerza y no pudieron. Por eso tiraron piedras. Es una reacción de los chicos que se viene repitiendo en hechos similares que ocurren en esta ciudad, sin ninguna conexión entre sí." Siendo eso así, ¿no es ese un antecedente que excusa totalmente al padre por haber actuado en defensa propia y de su familia? En cambio, no excusa al fiscal, que sabe de esos otros hechos y no mandó detener a los agresores como sospechosos de los otros hechos también, sino que agrega, solícita y cobardemente, que tales hechos "no tienen conexión entre sí". 

CONCLUSIÓN: Este episodio pone en evidencia la forma en que actúan los tiranos que no están en el gobierno: en banda y con la impunidad asegurada por malos jueces y malos fiscales, a los cuales, en cambio, no les importa arruinar a la gente de bien con procesos brutalmente injustos. El padre de familia actuó en todo momento con su identidad a la vista. Los agresores, se ocultaban en la nebulosa del anonimato, al igual que los piqueteros y demás violentos que lo mismo pueden tomar una calle como realizar una escrache contra una casa (como lo han hecho estos días contra la del Comisario General Etchcecolatz que a los 86 años y después de más de 10 pasados en la cárcel por obra de jueces prevaricadores, gozaba desde hacía pocos días de un beneficio más que debido de prisión domiciliaria). Si esos criminales no son apresados "in fraganti", no hay manera de encontrarlos ni de acusarlos pues se encubren uno a los otros.   

A la víctima de esas agresiones no le queda otra defensa que la que pueda realizar por sí mismo y casi siempre solo, con un arma, pues si sale a mano limpia puede ser linchado por la plebe. Sin embargo, los fiscales que saben esto y ven la acción de las turbamultas tiránicas, dejan hacer y sólo se ensañan contra el que se defiende legítimamente. 

Esta situación está ya establecida y aceptada por la opinión pública cobarde e ignorante de este país moralmente destruido y cayéndose materialmente a pedazos. Es decir, esta forma de tiranía domina sin oposición desde el llano mientras la otra, la del gobierno macrista, nos oprime con guante blanco y sonrisas hipócritas desde sus cargos mal habidos y peor usados.

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